ʉⱷⱺCAPITULO:37ʉⱷⱺ:

ʉⱷⱺCAPITULO:37ʉⱷⱺ:

 

A la mañana siguiente Osagi y Asagi se despertaron, se pusieron los zapatos y bajaron a la taberna, allí desayunaron. Tras el desayuno salieron de allí y caminaron por las calles de aquel pueblo, iban buscando una tienda de telas.

Tras un rato llegaron al centro del pueblo y allí vieron una tienda de telas.

-Osagi: Ey mira Asagi, esa tienda parece tener lo que necesitamos.

-Asagi: Eso parece, bueno pues entremos.

Asagi y Osagi entraron a la tienda, al entrar vieron que allí había montones de telas, Osagi se acercó al mostrador y allí había una chica.

-Chica: Hola.

-Osagi: Hola ¿cuanto tardan aquí en hacer unos ropajes?

-Chica: Pues depende del ropaje que queráis.

-Osagi: Am queremos dos túnicas para ir a la escuela de magia.

-Chica: Ah pues en hacer esos ropajes tardaré pues unas dos horas.

-Osagi: Oh pues los queremos jeje.

-Chica: Vale pues pasen a la sala del fondo y os tomaré las medidas.

-Osagi: Vale.

Osagi se acercó a su hermano.

-Osagi: Vamos a aquella sala, que nos van a tomar las medidas.

-Asagi: ¿Las medidas para que?

-Osagi: Pues para hacernos las túnicas ¿como quieres que nos hagan las túnicas si no nos toman las medidas?

-Asagi: Jaja, tienes razón.

-Osagi: Venga vamos.

Osagi y Asagi pasaron a la sala y se sentaron en unos sillones que había allí, tras unos segundos la chica se acercó a la sala.

-Chica: Ya estoy aquí, bueno ¿a quien le tomo las medidas primero?

-Osagi: A él.

Osagi señaló a Asagi, este resopló y se levantó del sillón.

-Asagi: A mi.

-Chica: Esta bien, acercate.

Asagi se acercó a la chica y esta comenzó a tomar-le las medidas, las iba anotando en un papel, al acabar la chica miró a Osagi.

-Chica: Tu turno.

-Osagi: Voy.

-Chica: A por cierto tu como te llamas- Mirando a Asagi.

-Asagi: Mi nombre es Asagi.

-Chica: Vale.

La chica apuntó el nombre de Asagi junto a las medidas de este, después se acercó a Osagi.

-Osagi: Yo me llamo Osagi.

-Chica: Bien.

La chica apuntó el nombre de este en el papel y comenzó a tomar-le las medidas y las iba apuntando en el papel.

-Chica: Uh.

-Osagi: ¿Que ocurre?

-Chica: Em, nada jeje.

La chica seguía tomándole las medidas a Osagi, Asagi miraba de reojo y sonreía, Osagi miraba hacia el techo ya que se sentía algo incomodo.

-Osagi: ¿Te queda mucho?

-Chica: Em no, solo me queda tomarte las medidas de los hombros.

-Osagi: Vale.

La chica comenzó a tomar-le las medidas de los hombros.

-Chica: Vaya hombros.

-Osagi: ¿Perdona?

-Chica: Estas fuerte, uh.

-Osagi: Jeje gracias por el halago.

-Chica: De nada, solo digo la verdad.

Tras unos minutos la chica terminó de tomar-le las medidas a Osagi, este volvió a donde estaba su hermano y se sentó en el sillón.

-Chica: Bien pues podéis pasar a buscar las túnicas dentro de dos horas.

-Asagi: Esta bien.

-Osagi: Vale, pues iremos a hacer unos recados y volvemos en dos horas.

-Chica: Vale, hasta luego.

-Osagi: Hasta luego.

-Asagi: Adiós.

Osagi y Asagi salieron de la tienda y se dirigieron hacia la posada, allí se sentaron a una de las mesas y pidieron estofado, el posadero les sirvió dos platos de estofado y dos vasos de vino.

-Osagi: Tiene buena pinta el estofado.

-Asagi: La verdad es que si. Por cierto hermano.

-Osagi: Dime.

-Asagi: ¿Has visto como te miraba la chica de la tienda de telas?

-Osagi: Pues no, supongo que me miraba pues como a ti.

-Asagi: Jaja no, nada de eso, esa chica te miraba con unos ojitos…

-Osagi: Ya Asagi deja de decir tonterías.

-Asagi: Uh hermano no entiendo, ¿por que a ti te miran y a mi no?

-Osagi: Pues será por que yo parezco oscuro y eso las atrae.

-Asagi: ¿Tu crees que sea por eso?

-Osagi: Jaja puede ser, venga hermano deja de hacer preguntas absurdas y come.

-Asagi: No pienso que sean preguntas absurdas.

-Osagi: Shh, calla y come.

-Asagi: Esta bien, pero cuando volvamos a la tienda de telas para recoger las túnicas, fijate en como te mira la chica.

-Osagi: Que si hermano, lo que tu digas.

Tras un rato ambos acabaron de comer asi que pagaron y salieron de la taberna, se dirigieron hacia la tienda de telas y entraron.

-Asagi: Hola.

-Osagi: Hola.

-Chica: Hola, ya están listas vuestras túnicas, pasad a la sala del fondo y ahora os las llevo y así podéis probároslas.

-Asagi: Esta bien.

-Osagi: Gracias, muy amable.

Asagi y Osagi se dirigieron a la sala que la chica les había dicho y allí esperaron, tras unos minutos la chica llegó a la sala con las dos túnicas.

-Chica: Aquí tenéis.

-Asagi: Gracias.

-Osagi: Muchas gracias.

Los dos agarraron las túnicas y se las pusieron sobre la ropa que llevaban. Asagi miró a su hermano y este miró a Asagi.

-Asagi: Te queda bien.

-Osagi: A ti también te queda bien.

-Chica: A ver que te ayudo a colocarte la túnica bien.

La chica se acercó a Osagi y comenzó a colocar-le bien el cuello de la túnica.

-Chica: Así mejor.

Osagi miró a su hermano y vio que este estaba sonriendo, así que suspiró y le lanzó una mirada fulminante a su hermano.

-Chica: Eres muy apuesto Osagi y me encanta como te queda la túnica, uh tienes unos hombros y un cuerpo tan bien formado que cualquier ropa te quedaría genial.

-Asagi: Ejem...yo creo que voy a esperar fuera jeje.

-Osagi: No hermano, ey no te vayas.

Asagi sonrió y salió de la sala dejando a Osagi solo con la chica, esta seguía mirando a Osagi y pasando sus manos por los hombros de este, eso estaba comenzando a incomodar a Osagi.

-Osagi: Am...esto...yo creo que debo de irme, mi hermano me esta esperando fuera.

-Chica: Pues que espera un poco mas.

-Osagi: Ey no, yo tengo prisa.

La chica comenzó a pasar sus manos por el pecho de Osagi, este se sentía mas incomodo aun, así que agarró las manos de la chica y las apartó con cuidado de él.

-Osagi: Ey no hagas eso.

-Chica: ¿Hacer que? ¿esto?

La chica acarició el pecho de Osagi, este miró a la chica.

-Osagi: No me vuelvas a tocar.

-Chica: ¿Por que no?

-Osagi: ¡Aparta tus manos de mi!

Osagi agarró las manos de la chica y las apartó bruscamente, la chica lo miró asustada.

-Chica: Calmate.

-Osagi: ¡No me vuelvas a tocar!

Osagi salió corriendo de allí, pasó junto a su hermano y continuó corriendo por la calle sin hacer caso a su hermano que lo estaba llamando.

-Asagi: ¡Osagi! ¡Ey! ¡Osagi espera!