ʉⱷⱺCAPITULO:08ʉⱷⱺ:

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Osagi entró a la biblioteca y allí vio a su hermano que estaba sentado ojeando un gran libro.

-Asagi: ¿A que se debe tu visita?
-Osagi: Hermano yo no me siento seguro en mi palacio. He ido a la cocina y Ruiza el sirviente me ha preguntado si pienso que alguien quiera envenenarme, y pues no he comido.
-Asagi: Uh, ¿y crees que traten de envenenarte?.
-Osagi: No lo se hermano, no se quien es el espía y no se si va a intentar matarme, así que no pienso comer nada de lo que han preparado los sirvientes.
-Asagi: ¿Te apetece comer conmigo?.
-Osagi: Oh si, claro que si.
-Asagi: Ven vamos al comedor.
Ambos se dirigieron al comedor, una vez allí se sentaron a la mesa y el servicio les sirvió la comida, de comer había un gran cochinillo asado, sopa y de postre había tarta de chocolate.
Osagi miró la comida y Asagi se echó a reír.
-Asagi: Oye hermano no mires la comida de esa manera, que parece que llevas días sin comer.
-Osagi: Llevo desde anoche y ya me estaba muriendo de hambre. Pensé en ir a la posada a comer, pero necesitaba hablar con alguien de confianza y por eso decidí venir aquí. No pienses que vengo a comer, yo venia a hablar.
-Asagi: Eso quiere decir que ¿yo soy de tu confianza?.
-Osagi: Si hermano, con todo lo que está ocurriendo, me he dado cuenta de que tu siempre quieres ayudarme y de que yo he sido un imbécil contigo, así que Asagi, te pido perdón.
-Asagi: Oh Osagi, no me esperaba esto jeje, pero acepto tus disculpas, esta todo olvidado. Osagi eres mi hermano y te protegeré siempre.
-Osagi: Gracias Asagi, a partir de hoy tu y yo juntos salvaremos nuestro reino.
-Asagi: ¿Eso quiere decir que nos unimos?.
-Osagi: Si Asagi uniremos nuestros reinos y protegeremos a nuestra gente. Pero eso si de momento nadie debe saber nada de esto. Aun sigo sin saber quien es el espía, así que nos conviene que nadie se entere que nuestra decisión.
-Asagi: Tienes razón hermano. Por cierto ya he enviado a una persona a palacio de Kamijo, mañana llegará, así que pronto sabremos si ese retorcido es el que esta detrás de todo o no.
-Osagi: Que bien, por cierto hermano tengo un sospechoso de quien puede ser el espía.
-Asagi: ¿De quien sospechas?.
-Osagi: De Gak.
-Asagi: Pero si Gak es tu mejor amigo.
-Osagi: Lo se y espero equivocarme, pero por su comportamiento creo que es él el espía.
-Asagi: ¿Que te ha echo llegar a esa conclusión?.
-Osagi: Pues que esta mañana me preguntó a cerca de un negocio que solo teníamos conocimientos de el yo y Hide-Zou, ademas me dijo que esta tarde iría al pueblo y al yo preguntarle que iba a hacer al pueblo, él se puso muy nervioso y me dijo que iba a jugar a las cartas.
-Asagi: Oh, pero a lo mejor es verdad lo que dice.
-Osagi: Lo dudo, ya que hace un rato me crucé con él y le pregunté si se iba ya a la partida de cartas y adivina lo que respondió. Respondió que de que partida hablaba, después reaccionó y dijo que si que iba a la partida.
-Asagi: Uh eso ya va siendo mas sospechoso.
-Osagi: Bueno pronto saldremos de duda, ya que he enviado a Tsunehito a que lo siga.
-Asagi: ¿Y te fías de ese tal Tsunehito?.
-Osagi: Si hermano, Tsunehito es de total confianza, me lo ha demostrado.
-Asagi: Bueno si es así, has echo bien en enviarlo a espiar a Gak, así sabrás si te mentía o no.
-Osagi: Espero que sean todo imaginaciones mías, es que si Gak es el espía, no entiendo por que lo hace, él es la única persona que he tratado bien en estos años.
-Asagi: Va no pienses en eso y disfruta de la comida.
-Osagi: Esta bien jeje, la verdad es que me muero de hambre.
Tras unas horas los dos hermanos habían acabado de comer y ahora se encontraban caminando por los jardines.
-Osagi: Asagi ¿cuando crees que comiencen esos avisos de que se acerca el gigante.
-Asagi: No lo se Osagi, pero aun me cuesta creer en ese hombre. Al fin y al cabo no lo conocemos de nada ¿puede que sea todo una mentira?.
-Osagi: ¿Pero y si no lo es? Asagi debemos de actuar, ademas a ese hombre se lo veía bastante sincero.
-Asagi: Si lo se y por lo que me dijo a mi su rey es enemigo del que se quiere hacer con nuestro reino y por eso nos envió a avisar, para que no se haga mas fuerte.

-Osagi: Es decir que nosotros y nuestra gente le importan una mierda, lo único que le importa es que no se haga con el reino para que así no sea mas poderoso.
-Asagi: Exacto.
-Osagi: Que retorcido, aunque yo hace unos días hubiera actuado igual.
-Asagi: Pero por suerte has cambiado y eso me alegra mucho.
-Osagi: Si hermano y juntos salvaremos el reino ya lo verás.
-Asagi: Ojalá y sea así.
-Osagi: Bueno hermano yo creo que voy a volver ya a palacio, a ver si ya ha vuelto Tsunehito.
-Asagi: Mantenme informado.
-Osagi: Claro que si hermano y tu mantenme informado sobre lo de tu sirviente espía. Pero eso si hermano no me envíes cartas ya que podrían interceptarlas, mejor quedamos en mi cabaña del bosque y allí hablaremos mas tranquilamente.
-Asagi: Esta bien hermano pues mañana a medio día nos vemos en la cabaña.
-Osagi: Ahí estaré.
Los dos hermanos se despidieron y Osagi volvió a su palacio, ya era casi de noche, así que Osagi se dirigió a la casa de Tsunehito y tocó a la puerta.
A los pocps minutos este abrió.
-Tsunehito: Hola mi lord, lo he estado buscando como loco toda la tarde.
-Osagi: ¿Le has dicho a alguien el motivo?.
-Tsunehito: No, tranquilo mi lord que he dicho que era por que necesitaba que me firmara un permiso para poder ausentarme unos días de la tropa.
-Osagi: Buena excusa Tsunehito.
-Tsunehito: Pase mi lord, dentro estaremos mas cómodos.
-Osagi: Esta bien.
Osagi entró a la casa de Tsunehito, este le ofreció que se sentara y Osagi se sentó en un sillón junto a la chimenea, Tsunehito se sentó en el sillón de al lado.
-Osagi: ¿Para que me estabas buscando?.
-Tsunehito: Verá mi lord, seguí al señor Gak tal y como usted me ordenó. Pero Gak no iba a una partida de cartas, de echo nunca entró a la taberna.
-Osagi: ¿Entonces a donde ha ido?.

-Tsunehito: Lo he visto entrar en una casa que parecía abandonada, lo raro es que unos minutos después un hombre rubio con la cara tapada por un pañuelo entró en esa misma casa, yo me quedé escondido y tras dos horas vi salir a Gak y minutos después al hombre rubio. Seguí al hombre rubio y este se subió a un carruaje bastante lujoso.
-Osagi: Lo sabia, mis sospechas se han cumplido.
-Tsunehito: No se que hicieron en esa casa, ya que no pude acercarme, en la puerta y en las ventanas había soldados vigilando. No se lo que estarían haciendo pero sea lo que sea, no quieren que nadie se entere.
-Osagi: Entiendo, aun no es del todo seguro que ese hombre rubio que has visto sea Kamijo.
-Tsunehito: No le puedo confirmar la identidad del hombre, pero si le puedo asegurar que ese hombre es de clase alta, ya que sus ropajes y su carruaje parecían de mucho valor.
-Osagi: Puede que se trate de Kamijo, pero aun no actuaré, esperaré a confirmarlo. Muchas gracias Tsunehito, por cierto sigue a Gak muy de cerca e informame de todos sus movimientos.
-Tsunehito: Esta bien mi lord.
-Osagi: Toma.
Osagi se sacó del bolsillo un saquito con diez monedas de oro y se lo dio a Tsunehito.
-Osagi: Toma, estas monedas por tu trabajo.
-Tsunehito: No hace falta mi lord, si yo lo hago por ayudarlo.
-Osagi: Venga Tsunehito aceptalas.
-Tsunehito: Esta bien mi lord, muchas gracias.
-Osagi: No me las des, aquí el que debe de estar agradecido soy yo, muchas gracias por tu trabajo y sigue así.
-Tsunehito: No me las de mi lord.
-Osagi: A partir de hoy te conviertes en mi hombre de confianza.
-Tsunehito: Yo...yo no se que decir.
-Osagi: No digas nada, solo acepta.
Tsunehito sonrió y asintió con la cabeza.
-Tsunehito: Claro que acepto mi lord, será un placer poder ayudarlo y que confíe en mi.
-Osagi: Me alegra, y ahora me vuelvo a palacio a descansar un poco. Por cierto Tsunehito, ten mucho cuidado.
-Osagi: Lo tendré mi lord, no se preocupe.
Osagi se despidió de Tsunehito y volvió a palacio, al entrar se fue directo a su habitación y cerró con llave, también cerró bien la ventana, ya que no se sentía seguro durmiendo con la ventana abierta ¿y si alguien trataba de matarlo mientras dormía? Pues para evitar eso Osagi cerró la ventana y con llave la puerta, así por lo menos se sentía un poco mas seguro.
Se tumbó en la cama y se tapó con las mantas, tras un rato pensando al fin se quedó dormido.